Vivir para ver.

En una lectura de José Font Castro que comparto con ustedes “Vivir para ver” de Crónica del Invierno, referido a la Ciudad de Nueva York pero que puede ser cualquier ciudad del mundo:

“Nueva York es la ciudad que más huele a humanidad, pero paradójicamente es la ciudad más inhumana del mundo. La insolidaridad, ese egoísta modo de vivir para sí mismo, sin importar el resto de la gente, es el signo más característico de la vida neoyorkina. La gente al igual que la ciudad es de concreto armado por fuera y por dentro. Con una fachada convencional que no sobresale al resto de la multitud. Con un andar automático que se detiene o prosigue según las órdenes del semáforo. Que tiene un ritmo establecido huracanado, arrollador y a veces impiadoso. Lo empuja un a prisa angustiosa y lo reclama un inflexible punto de llegada. Un andar que es siempre andar. Que no es jamás un desandar. Especialmente en el invierno.

Nueva York: Cada quien entre la multitud con sus miradas vacías, sus noches huecas, sus nostalgias soterradas, sus deseos mudos…Pero cada quien y su individualismo encerrados en sus cuatro paredes”.

Esperando que el llamado modernismo, desarrollismo y todo lo terminado en ismo, no mate nuestra razón de ser en la vida.

“El odio es la venganza de un cobarde intimidado” Anónimo.

El sentimiento de duelo una oportunidad para crecer.

“Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda”

Martín Luther King.

Cuando tomé en mis manos lápiz y papel varios títulos se paseaban por el mar de mis sueños para plasmar algunas reflexiones que he venido madurando interiormente.

Cada día nos damos cuenta por los diversos medios de comunicación social la situación que vivimos a nivel planetario por causa de la violencia manifiesta de diversas maneras, donde la muerte se ha convertido en algo cotidiano.

Nada nos sorprende, la capacidad de asombro se ha perdido y somos únicamente cifras para llenar páginas en los medios impresos y ocupar espacios en los medios audiovisuales.

Los centros de salud se aglomeran innumerables personas atendidas por heridas originadas por armas de fuego, accidentes viales en su mayoría por ingesta de licor y diversas drogas.

Es oportuno detenernos a pensar y evaluar cómo asumir en el entorno familiar esta circunstancia de lo que significa perder uno o varios seres de nuestro entorno familiar.

Se habla constantemente de elaborar el sentimiento de duelo, donde nuestra parte orgánica según los estudiosos, no se sienta afectada y traiga como consecuencia diversas enfermedades de orden sicosomático.

Pienso sin ser especialista que esto debe ser enfocado desde una visión holística, con profesionales de diversas disciplinas del conocimiento humano, incorporando temas relacionados con el universo de la ecología, filosofía y ontología entre otras.

"En éste mundo cada quién tiene su pequeña o gran preocupación." Mafalda.

“Lo que más preocupa no es niel grito de los violentos, los corruptos, los deshonestos, de los sin carácter, de los sin ética. Lo que más preocupa es el silencio de los nuevos” Martín Luther King.