lunes, 16 de julio de 2007

Vivir para ver.


En una lectura de José Font Castro que comparto con ustedes “Vivir para ver” de Crónica del Invierno, referido a la Ciudad de Nueva York pero que puede ser cualquier ciudad del mundo:

“Nueva York es la ciudad que más huele a humanidad, pero paradójicamente es la ciudad más inhumana del mundo. La insolidaridad, ese egoísta modo de vivir para sí mismo, sin importar el resto de la gente, es el signo más característico de la vida neoyorkina. La gente al igual que la ciudad es de concreto armado por fuera y por dentro. Con una fachada convencional que no sobresale al resto de la multitud. Con un andar automático que se detiene o prosigue según las órdenes del semáforo. Que tiene un ritmo establecido huracanado, arrollador y a veces impiadoso. Lo empuja un a prisa angustiosa y lo reclama un inflexible punto de llegada. Un andar que es siempre andar. Que no es jamás un desandar. Especialmente en el invierno.

Nueva York: Cada quien entre la multitud con sus miradas vacías, sus noches huecas, sus nostalgias soterradas, sus deseos mudos…Pero cada quien y su individualismo encerrados en sus cuatro paredes”.

Esperando que el llamado modernismo, desarrollismo y todo lo terminado en ismo, no mate nuestra razón de ser en la vida.


“El odio es la venganza de un cobarde intimidado” Anónimo.

1 comentario:

Hailine dijo...

jaja yo de nuevo, es que tienes temas buenos, que me llaman la atencion mi teoria es la siguiente

en el fondo de nuestro ser, existe un deseo narcisita que uno no puede evitar, porque somos individuos cada uno distinto del otro.... es triste pensar que a veces eso nos consume y nos hace seres egoistas pero por otro lado no me imagino viviendo todos para vivir del otro... yo lo vivo en el amor... pero a veces uno desea explotar tu individualismo sentirse solos...etc...etc....

saludos profe... porque parece que lo eres...

adios!