domingo, 17 de junio de 2007

¡Cómo gerenciar el arte de ser padre!



En este aquí de la geografía y en el ahora de la historia, se hace necesario e indispensable; pasearnos por ese complejo mundo denominado paternidad, donde para muchos y muchas, poca importancia o en otros casos le restan su razón de ser, en nuestro desarrollo integrador dentro de una sociedad cambiante desde las diversas perspectivas que nos situemos, y donde la ciencia del saber, nos ha aportado valiosos e interesantes conocimientos, que nos puedan ser de gran utilidad en la difícil labor de la paternidad.


Es corriente en nuestro lenguaje coloquial, escuchar afirmaciones que subestiman la figura paterna y del rol a representar, al padre dentro de la estructura familiar, voy a referirme a la siguiente, para ilustrar lo ante referido.

Los(as) hijos(as) de mis hijas, mis nietos(as) son, los(as) de mis hijos, no sé si son mis nietos(as).
Gallo no arropa pollos, ni macho reconoce su prole, otro dicho bastante familiar dice: Madre hay una, padre es cualquiera, podría continuar haciendo referencia a la forma tan despectiva como es aludido el tema de la figura paternal.


En aras del tiempo y el espacio, quiero compartir con Ud., algunos consejos para papi, aparecidos en la revista Feriado del Nacional del domingo 19 de junio de 1994 N° 579.
Para ayudar a papá en su difícil oficio, consultamos a nuestro amigo el médico siquiatra Luis Alfonso para que elaborara una especie de guía sobre cómo responder a los problemas más comunes y ácidos de sus hijos(as):

Qué hacer cuando...

...Tengo un hijo homosexual.
Si la intensidad de mis conflictos al respecto me lo permitiera, probablemente me daría lo mismo que fuera homosexual, vegetariano o fanático del Caracas; entonces, la pregunta no tendría mayor sentido.
El deseo de los padres influirá pero no determinará la orientación de las preferencia de los hijos, en especial de índole sexual.
Al principio, probablemente cueste digerirlo pero el amor a los hijos no puede depender de que coincidamos en nuestros mismos gustos con ellos.

...Tengo un hijo marihuanero.
Seguramente mi hijo ha probado o probará marihuana, y yo a lo mejor ni me entero. Esto aunque preocupa, no necesariamente es una tragedia o un motivo de escándalo. El término “marihuanero” es peyorativo y debe evitarse su uso. Es importante evaluar la motivación para el consumo y si existe riesgo de dependencia, para lo cual es conveniente asesorarse.

...Una hija que sale en estado.
Admitir que llegó la hora de convertirse en abuelo, lo cual o necesariamente va a implicar convertirse en suegro.

...Tengo un hijo que no estudia.
Según la edad que tenga, al principio pudiera llevarlo a una psicopedagoga. Más tarde razonaría y hasta negociaría con él, si realmente existe una razón para estudiar, o le compraría los económicos de El Nacional.

...Tengo un hijo flojo que no quiere hacer nada.
Si tiene la edad y todavía no tiene un cargo público, ni es político o sindicalista, ni ha logrado conseguir quien lo mantenga, a lo mejor lo ofrecería en adopción.

Esperando que estas notas nos ayuden a mejorar nuestra labor.

Dedicado con mucho afecto a los Padres de ayer, hoy, mañana y siempre.


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